La entrevista es la conversación que se produce en un determinado contexto socio-laboral entre dos personas, el candidato y el entrevistador, que se han encontrado con el fin de que el entrevistador conozca al candidato y tome una decisión respecto a su idoneidad en relación con el puesto que quiere cubrir.
En este Mapa conceptual distinguimos dos fases muy diferenciadas del mismo proceso:
La fase de preparación en la que el candidato se planifica construyendo su propio «relato autobiográfico».
Nuestro modelo nos conmina a considerar que sin esta fase no existe entrevista. Algunos pueden considerar que esta planificación echa por tierra la espontaneidad o naturalidad que hay que esperar del candidato. La entrevista es un baile entre dos personas y los dos actores deben estar preparados para ejecutar su papel, y esa ejecución no va en contra de la verdad o de lo que el entrevistador está orientado a conseguir. No debe estar planteada la entrevista como un juego del ratón y el gato en el que gana el que se anticipa o el que se encuentra más preparado. Los dos interlocutores deben conocer y estar preparados para ejecutar su papel como dos profesionales, sin que la ingenuidad o la falta de preparación sea una ventaja para alguno de los dos.
La segunda fase es la de escenificación.
Cuando se tiene un guión para su puesta en escena solo necesitas la oportunidad para contarlo, darlo a conocer. Con la escenificación adecuada, lo que se pretende es que le des vida a ese guión que narra tu vida y tus experiencias. Muchos candidatos no tienen un relato de su vida profesional construido y cuando se les hace una pregunta acerca de su experiencia, buscan en su memoria la respuesta, a veces con una mirada perdida al cielo, como el que busca en el desorganizado desván un viejo recuerdo que no sabe dónde encontrarlo.
Nuestro modelo de entrevista, como ya hemos explicado en otros módulos, recorre una fase de autoconocimiento y después de construcción del relato, porque hemos comprobado por nuestra experiencia que lo normal es no conocerse o conocerse de una forma imprecisa, desordenada. Cuando no se ha trabajado sobre “quién soy yo profesionalmente”, se responde con dudas, de forma imprecisa y huérfanas de sentido.
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