El objetivo de este módulo es acompañar en la reflexión y en la identificación de verdaderas necesidades y propios recursos para superar con éxito posibles barreras limitantes en la actualidad. Mejorando la autoconciencia y autoconocimiento, poniéndolo en valor en el mercado laboral.
Para lograr definir un proyecto de futuro a través de un balance profesional/personal desarrollando planes de acción que nos permitan fortalecer o mejorar competencias.
(*) Fuente: El Líder emocional. R. Boyatzis, A. McKee, F. Johnston – Harvard Business Press. Deusto.
Si fuéramos honestos con nosotros mismos, si logramos hacer acopio de atención y humildad, tendríamos que admitir que ignoramos de cabo a rabo lo que somos realmente. El primer asomo de sabiduría, recomendable también para los jóvenes, consistiría en confesarnos que sabemos poco o nada acerca de nosotros.
El Quijote le dice a Sancho: “Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que pueda imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso igualarse con el buey”.
A ninguna de las grandes culturas de la humanidad se le ha escapado recomendar, cuando no mandar, la necesidad de conocerse. La formula más popular es el délfico: “Gnothi seautón” “Nosce te ipsum”, “conócete a ti mismo”. Creemos que nos conocemos, pero es frecuente tener sólo una “vaga idea” de lo que somos, ya que cuando llega la ocasión, como es el momento de una entrevista de selección, concretamos con mucha dificultad, cuando no desvariadamente. “Nosotros, los que conocemos, nos somos desconocidos” (Nietzsche). Los seres humanos hemos puesto nuestro empeño y nuestra atención en conocer y transformar lo que nos rodea, y descuidamos con frecuencia nuestro autoconocimiento. “Sé cuán expuestos estamos a equivocarnos cuando de nosotros mismos se trata”. (Descartes, Discurso del método).
En el año 1976, el psicólogo estadounidense Julian Jaynes sugirió que hasta el segundo milenio antes de Cristo, los humanos no poseían la necesaria conciencia introspectiva para realizar este autoconocimiento. Afirma, que el origen de la conciencia fue el resultado de las capacidades de los dos hemisferios cerebrales, que hasta entonces trabajaban cada uno por su cuenta y enfrentados, se pusieron evolutivamente de acuerdo para colaborar. Todavía, a simple vista, se puede apreciar que en algunos humanos estas partes del cerebro no se han puesto en contacto.
Afirma Peter Drucker, el referente en la literatura del management, que no sería posible explicar los resultados y avances conseguidos en Europa durante un largo período de su historia sin la influencia de la iglesia calvinista y la Compañía de Jesús, sin la explicita recomendación de ambas corrientes a la meditación y al examen de la propia conciencia.
Chris Lowney, vinculado en su etapa educativa a la Compañía de Jesús y ex directivo de J.P. Morgan, que ha escrito el libro “El liderazgo al estilo de los jesuitas” apunta la receta para futuros profesionales y directivos: “conocimiento de los puntos fuertes y débiles de uno mismo, creatividad, ingenio y capacidad de adaptación y mucho coraje”.
Pero ¿por qué tenemos que actualizar este empeño en conocernos cuando nuestro objetivo es buscar trabajo y terminar siendo buenos profesionales?; ¿por qué es importante bucear en nuestro autoconocimiento cuando se trata de buscar trabajo?
En este capítulo encontrarás las respuestas…